Los pensionistas
siempre están preocupados por lo que puedan deparar sus pensiones, los parados
por su empleo, los desahuciados por su techo, los dependientes por la atención
a sus múltiples necesidades, los autónomos por el pan de sus familias y los afiliados
a las colas del hambre por su bolsa de alimentos. Este país costumbrista se
está habituando a las insuficiencias. Aquí lo modélico es sostener lo malo
conocido antes que remediar males anacrónicos y buscar soluciones para que lo
bueno también se pueda conocer. Un país endémico de valor y de valores.
miércoles, 28 de abril de 2021
UN PAÍS ENDÉMICO DE VALOR Y DE VALORES
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