No es bueno nadar entre dos aguas y vivir en el mundo de la ambigüedad. Ese bagaje te puede sacar del cauce del pan nuestro de cada día y la anfibología, la retórica mundana que confirma el estereotipo definido en la inseguridad de nacidos para la incertidumbre. Los hay, viven y su final no será la felicidad, “La incertidumbre es casi peor que el dolor, como tal vez comprendas algún día”, Elizabeth Kostova.
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