El gélido frío me lleva al recuerdo inevitable de los sin techo y a los que las circunstancias de la vida los somete a vivir al margen de la dignidad. Es cruel. Menos mal que siempre hay la mano amiga de VISIBLES-INVISIBLES que atemperan las bajas temperaturas suministrándoles alimentos, mantas y el calor de la atención. Personas que merecen el aplauso porque viven para que otros puedan sobrevivir. Quede aquí el reconocimiento a un trabajo majestuoso.
Cruz Roja, Caritas, ambas con más de 130 años de historia?
ResponderEliminarY todas las que tienen su misma intención, aunque tengan 2 años
Pero sin olvidar a las primeras
Menos mal que gobiernan Psoe y Podemos