El año que comienza será
prodigo en la añoranza de los que fueron buenos, porque pensar en otra
cosa es no querer ver el desatino del Gobierno,
que está viendo brotes verdes en las pupilas de las miradas cobrizas. Será
un año de armas tomar, con el único
fuego real que la Monarquía ante una actitud provocadora enciende a los
españoles, la justicia no es igual para
todos. El año que comienza será proclive
para ver al pueblo mendigando y haciendo guardia en los contenedores donde se
arroja la basura, el Banco de Alimentos que no necesita certificado de
defunción de la pobreza. Todo muy enriquecedor. Y es que en este país, vive y reina el analfabetismo, porque no se
puede entender el sometimiento vejatorio de un Gobierno a su pueblo, y este
viva entre la pasividad y la ignorancia. Así son las cosas y así se cuentan.
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