Adiós a programas políticos amantes del camelo, el ciudadano no permitirá el fraude, hay que instaurar la verdad, con ella se puede ir con la cabeza levantada. Adiós a miles de viviendas, Palacio de Justicia, Hospital, soterramiento de vías, adiós a lo intolerable, el engaño. Y hagamos el milagro del sentido común, para hacer obras con alma, y no obras de papel.
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