viernes, 31 de enero de 2014

ERAN BUENAS PERSONAS



El país prende de un hilo, observo la justa impaciencia de los que están al borde de la desesperación, y a pesar de ello es modélica la prudencia del pueblo. El pueblo que no puede comer tiene derecho a rebelarse para no ser engullido, reivindica trabajo y techo, sus derechos. Reivindica dignidad, y eso no se le puede negar. ¡No! Pero este Gobierno anodino, sordo y ciego, puede vivir la tragedia de verse incinerado porque activa la forma del escrache de la cerilla. Y como buen patriota, asistiré a las honras fúnebres. Eran buenas personas

1 comentario:

  1. J. José García D.1 de febrero de 2014, 10:14

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