Sigue la vida política
convulsa en el pueblo: investigaciones, acto de conciliación sin avenencia, algún otro pleito por llegar y escucho
la marcha fúnebre no sé por qué razón. Relevante y apasionante vida que
proporciona la vitamina diaria para mantener las letras con energía y hacer del
escombro el deber de los que deben.
Como bien ha dicho el bueno de Sento Beguer, el guitarreta no sabe dónde se ha metido y hoy en día acusar en público puede costar muy caro.
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