No voy a escribir de
Dióptrica, Meteoros y Geometría que es el prólogo a tres ensayos que René
Descartes tituló Discurso del Método, ni tampoco voy hacer mía la famosa cita
de Cicerón: “Mi conciencia tiene más peso que la opinión del mundo”. Primero,
porque alcanzar el infinito no está hecho para quienes estamos a ras del suelo
de la altura y, segundo, porque tiene más peso la conciencia cuando somos
capaces de escuchar. Sin más bagaje que la desnudez y el alma inquieta, procuraré
que no se instale el moho en las neuronas y de ahí que se abra esta nueva etapa
pensando que: “No todo el que me mira puede verme, ni todo el que cree conocerme sabe
quién soy”. Sin escondites, retaguardias y subterfugios seguiré con mi
religión del dardo en la palabra para que esta tenga vida propia y la mirada
encuentre el alimento que nutre el alma. “Aquel que no usa su moralidad sino como si
fuera su mejor ropaje, estaría mejor desnudo”. (KHALIL GIBRAN).
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