domingo, 26 de febrero de 2017

PRIVADOS DE LA GLORIA

Con el techo del cielo y el cartón que mitiga el frío existe un mundo que vive atrapado en recónditos lugares donde aparca el estertor del silencio. Un cielo que mira para ver a marginados de la sociedad, privados de dignidad con la mirada hundida y esperando alcanzar el propileo del limbo. Allí donde la vida se convierte en migajas para que vayan viendo miradas torvas y dejen el bulto esquivo para que viva el azote sin piedad de la vileza humana. Al menos, dejar que duerma el poseído de sueño desvelado, dejar que en la miseria de ese bienestar encuentren su riqueza no robada, labrada con fríos y sudores que congelan el alma y para que el cuerpo inmune al dolor sufra el dolor impune de desprecios y olvidos. Dejar que la pureza no sea lo impuro. Mirar el colchón duro y ajustado al cuerpo envuelto en el frágil manto descubierto que ciegos habrá para ver, el cielo privado de privados del cielo.

1 comentario:

  1. Una lectura inteligente no lee el texto en prosa. En verso es más crudo y desgarrador pero en ambos es insoportable para la piel que habito

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