A tenor de lo que veo (cada
día disminuye mi vista), lo inamovible tiene visos de no quedarse estanco. ¡Qué
repiquen las campanas! Renace la esperanza que genera ilusión,
perspectiva y confianza. Es el despertar de un mundo adormecido que ha
permanecido entre la telaraña, el moho y el óxido. Pensar que mañana el Partido
Popular puede tener imagen y sonido es simplemente rescatar lo que se había perdido
y naturalmente es un estímulo que no tiene precio.
Como le comenté, sr. Tortajada, ese sonido tiene nombres y apellidos, genera ilusión y cambiará nuevamente la manera de gobernar de Torrent.
ResponderEliminarEse nombre y apellidos tiene luz propia. ¡Qué repiquen las campanas!
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