¿Qué es eso de proponernos
conminativamente que resolvamos de una vez para siempre y de raíz un problema,
sin parar en las mentes, de si ese problema, él por sí mismo es soluble en esa
forma radical y fulminante? ¿Qué diríamos de quien nos obligase sin remisión a
resolver de golpe el problema de la cuadratura del círculo? Sencillamente
diríamos que, con otras palabras, nos había invitado al suicidio…
Pues bien, señores; yo
sostengo que el problema catalán, como todos los parejos a él, que han existido
y existen en otras naciones, es un problema que no se puede resolver, que solo
se puede conllevar, y al decir esto, conste que significo con ello, no solo que
los españoles tenemos que conllevarnos con los catalanes, sino que los
catalanes también tienen que conllevarse con los demás españoles…
¿Qué es el nacionalismo
particularista? Es un sentimiento de dintorno vago, de intensidad variable,
pero de tendencia sumamente clara, que se apodera de un pueblo o colectividad y
le hace desear fervientemente vivir aparte de los demás `pueblos o
colectividades. Mientras éstos anhelan lo contrario, a saber: adscribirse,
integrarse, fundirse en una gran unidad histórica, en esa radical comunidad de
destino que es una gran nación, esos otros pueblos sienten, por una misteriosa
y fatal predisposición, al afán de quedar fuera, exentos, señeros, intactos de
toda fusión, reclusos y absortos dentro de sí mismos.
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