domingo, 21 de octubre de 2018

LA TARDE DE AYER.


No sé si escribir esta tarde de Kafka, del Moldaba que desemboca en el Elba, de física cuántica, del psicoanálisis de los sueños o de las frustraciones de la vida. Aquí en el estrecho laberinto de mi despacho, el pensamiento busca afanosamente en el sendero del renglón el espíritu y la letra de la libertad. Y en esta tarde de aguacero como diría Machado: Llueve, detrás de los cristales, llueve y llueve sobre los chopos medio deshojados, sobre los pardos tejados, sobre los campos, llueve. Invita la tarde a la poesía, a socavar con las letras la profundidad del infinito de la literatura en ese intento de descubrir lo eterno y al mismo tiempo que pueda ser descubierto. Y la memoria me lleva al ilustre Pablo Neruda para dejar en la humedad del folio, debido a la lluvia, el  calor del lenguaje incomparable de una de sus citas: “Quien descubre él quien soy descubrirá él quien eres”. La tarde es pródiga en recuerdos y aliada con la calma, que mejor que en ese Océano Pacifico sumergirme en la vida de San Agustín y recordarles una de sus citas: “Que mi lector, si comparte certeza, haga el camino conmigo; si comparte mis dudas, que busque conmigo”, dejó también San Agustín las cinco razones por las cuales cree en la existencia de Dios y argumenta el fundamento de la razón. Y metido en este mundo boscoso de los ancestros y tierras áridas, llega de forma improvisada Santo Tomás para en la despedida de la contemplativa tarde dejarnos la siguiente cita: “La consumación última del hombre consiste en un reposo perfecto del entendimiento y la voluntad”.  Buenas tardes.

3 comentarios:

  1. Como diria Jesus cuando le preguntaban
    Elias?
    Lo tuvisteis delante de los ojos y no lo reconocisteis
    El dia que esta ciudad se de cuenta del talento que contigo tiene, lo reconozca y se sienta orgullosa de ello, dejara de estar ciega

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  2. Al leerte has conseguido que mi pálida tez se vuelva roja. Y como Elias a veces vivo entre zarzas.

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    1. Tranquilo, pues como Elias podras sufrir alguna herida superficial, que sanara pronto
      Pero nunca dejara de arder la llama demandando justicia en tu interior.
      Esa sera tu cruz pero a la vez tu bendicion

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