Entre el PP y PSOE de
Torrent, existen diferencias abismales. Mientras en el PP reina la calma, en el
PSOE el volcán en erupción es permanente. Y los de las aguas turbulentas aun
son capaces de pedir prudencia cuando de la imprudencia son abanderados. Los
hechos son tozudos. Hace unos días publicaba el periódico Levante el alboroto
de los instalados en la Plaza de la Libertad, porque Andrés Campos apoyaba a
uno de sus valedores en Valencia, y la noticia corría como pólvora en los
ambientes de la vida política. ¿Quién debe ser prudente? Hablar de una verdad
que asusta no es vivir en una mentira que abruma.
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