Aquí solo queda hacer un
zafarrancho a nivel nacional, utilizando el combate de la palabra y la razón.
Tanta calma y templanza no encaja ante las acometidas de este Gobierno que
trata a los pensionistas entre la agresión y provocación. Esa saña que emplea este
Gobierno contra las clases con menos recursos económicos, merece una
contestación sin dilación que haga ver a esta casta de parásitos, la injusticia
que se comete con ellos. Hay que reaccionar con valentía y salir a la calle sin
miedo porque la situación invita a la protesta justa ante la opresión que
somete el Gobierno al pueblo.
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