Escrutando la vida política se encuentra un mundo variopinto de voluntades
naturales al servicio del poder, del poder del salario fijo.
Aflora la vanidad como la espiga verde en los campos de Castilla la Mancha,
donde emerge la amapola roja y detiene la mirada. El ego no entiende de
interrupción y prosigue el camino no sea que la parada se adueñe del cargo que
invade la masa encefálica, eso sí, vacía. Estos personajes de opereta,
trileros de la política, no son capaces de pensar que la incompetencia es, como
la estupidez, infinita. Y cuando estamos en puertas del amanecer de las
próximas elecciones Municipales, se multiplican los devotos de dame pan y dime
tonto.
De 10 amigo de 10
ResponderEliminarMaestro: Tus latigazos dan escalofríos, esos arreones que pegas dejan a más de uno en parihuelas. Y es que cuando no se tienen hipotecas, aflora como la espiga verde de tu Castilla la Mancha, el sentido común. Ese del que tu haces gala en tus post. Enhorabuena.
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