Llegó sin hacer ruido,
merodeando con el silencio, con oficio y apadrinado por un ilustre de la
política. Convenció desde el primer día y subió a los altares con pasmosa
facilidad. Algunos se rindieron ante su forma de trabajar, su facilidad para la
comunicación, su trato deferente y su hacer sobresaliente. Era el ungido. La
política tiene cosas tan difíciles de entender que aquel virtuoso -no
se la razón- ha dejado de serlo. Mi opinión asentada en la convicción y
alejada del mundo bipolar no varía un ápice.
La independencia nos muestra la firmeza de Evencio en sus post. Ni se inmuta. Dice las cosas y ahí quedan para que el lector avispado descubra al UNGIDO. Nada cambia para este maestro porque esta lejos de "vaivenes" más propios de los que tienen el criterio con goteras. El UNGIDO sigue siendo el mismo más allá de aquellos que tiene cataratas y lo ven diferente. Me gusta este Evencio sin recovecos y con verdades enteras. Es una derrama de coherencia para que se surtan lo que no los son.
ResponderEliminarEl exaltado tiene su razón de ser por razones que quedan explicadas en el post y de ahí que fuera elegido para gusto de unos y disgusto de otros. Todo bonito no puede ser. El que lo eligió no se equivocó. Lo demás es un carrusel de dimes y diretes para que la vulgaridad tenga su momento de gloria. Habría y justamente que hablar de los que no sirven que son la mayoría y ponerlos en el escaparate para que el pueblo llano y sencillo vierta sus opiniones. La política como dice Evencio tiene cosas difíciles de entender y entendibles.
ResponderEliminarCon la llegada del UNGIDO muchos vieron una luz en el camino y de pronto se han quedado a fosques y no hay razón que justifique el apagón. En la Agrupación somos muy dados a cambios radicales con carácter temporal y esos arreones de supuestamente gente asentada invita a levantarse. Mañana veremos que da el día y donde nos ubicamos pero resulta triste tanta inestabilidad.
ResponderEliminarEn la agrupacion los canbios los marca el rochano punto y pelota
Eliminar¡Viva la dictadura!
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