Cuando se
la pida con el fundamento de la sin razón, encuentras la notoriedad del ruin y
la falacia del miserable. Y qué mejor que buscar la solidaridad de la
globalidad –de los nuestros- de aquello que no es ejemplo. Pero hagámoslo. Esta
derecha horizontal vive en la orilla de la seriedad. Y ser aventajados
retorticeros es una muestra inequívoca de estar instalados en la mediocridad.
Yo enterré el ego y la vanidad el día que
nací, otros pretenden exhumar los restos para enterrar sus cenizas. LA SOBERBIA NUNCA BAJA DE DONDE
SUBE, PERO SIEMPRE CAE DE DONDE SUBIÓ (Francisco de Quevedo)
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