En la habitación número 516
de la Fe vieja, ayer mañana se perdió la fe y la esperanza. Dejo de existir mi
hermana para vivir en la eternidad del misterio. En ese mundo enigmático y
arcano donde lo más innovador es la muerte. Allí se acumulan muchos años de
sufrimiento, dolor, amargura, suplicio y una penitencia de quien no cometió
ningún pecado. Así se escribe una historia plagada de incertidumbre, dubitación
y sospecha. Una vida marcada por la posguerra, donde la ausencia de
moralidad y decencia, “grabó” su huella
dactilar en la renuncia de la responsabilidad y la indolencia. Cuando no hay
conciencia, se vive con el alma corrompida y el hedor permanece para mitificar
la negligencia.
Even, acabo de leer tu ultimo post, y desde aqui, que sabes que te queremos, mi mas sentido pesame, un abrazo para tu hermana Paquita, y a Mari Luz, que ya estara descansado , mi oracion mas sincera, un abrazo amigo Even, besos a Chon
ResponderEliminarGracias amigo.
EliminarDescanse en paz. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarFdo: El amante del tango