martes, 4 de diciembre de 2012

MEDIOCRIDAD HABEMUS



La vida política enloquece de mediocridad, nadie se salva de adjetivo tan poco edificante. Es un mundo pigre que vive en el apogeo de la incuria. Todos nos engañan, para que nadie se engañe. Semejante deterioro degenerativo causa pavor, y si execrable es el análisis de Gobiernos Socialistas, abonados al pastizal de la corrupción, Dios nos libre de la endeblez y fragilidad de alelados epopeyicos. Y entre el desvarió de unos y el dislate de otros,  Señor, ten piedad de un pueblo que vive el infortunio y la adversidad de mangantes con carnet de identidad. 

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