Cuando todos los días tienes la necesidad de escribir, acabas no sabiendo
que escribir, para hacer de lo imperioso lo esencial. Y como siempre
parados y pensionistas forman la dupla de la prioridad. Porque de
poco sirve hablar de los recortes, del umbral de la pobreza, de huelgas, de
subidas del IVA y de privilegios de la élite política. Y aunque no
son élite de moralidad, ni ejemplo de la decencia, ahí permanecen por
si queda algo para llevarse. Y mientras el independentista Mas arrastrando sus
penurias, los vascos callados, y los nacionalistas y populares haciendo de la
lingüística la panacea de un mundo escorado al descubrimiento de lo ya
descubierto, para hacer de ello, un patriotismo de hojalata. Inteligentes
que son. Yo defenderé siempre la lengua de Cervantes, sin necesidad
de levantar banderas y aureolas. Y como no, respetando el resto de lenguas.
Pero ver tanta pobreza y mezquindad, acojona.
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