Hubo un tiempo en el que este blog evocaba la
historia de la revolución social pacifica, la lucha sin desmayo de los derechos
civiles, el trabajo y la libertad. Este premio ‘Nobel de la Paz’ fue ganado a
través de su lucha en favor de la pobreza sin límites. En aquella época fue
abanderado de masas que seguían su espíritu y su letra. Admirador de Mahatma
Gandhi, dejó para la historia la semblanza de reivindicaciones inherentes a la
piel del pobre. Hoy, más que nunca, tiene en el tiempo el espacio reservado
para admirarle, para quien no reservó su fuerza en pos de fines justos y
solidarios. Y de ella hizo el medio que justifica el fin. Mi admiración.
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