La angustia es la
compañera de viaje de todos los días del pueblo español, la angustia de no
saber si mañana tendrás trabajo, amén de los que ya no lo tienen, la angustia
de pensar que no puedes pagar la hipoteca, la angustia de ver como merman las pensiones, la angustia de ver a políticos abanderados en su vocación de los
recortes, la angustia de ver una sanidad podrida, una educación primitiva y una
justicia injusta. La angustia de muchos de no poder comer, esos padres de
familia abocados al desahucio del derecho al trabajo, esos padres de familia
que necesitan llevar a sus hijos al colegio, vestirlos, comprarles libros y
vivir de una forma digna, lo que el ser humano merece. Y encuentras la
ingratitud que la vida te sirve en bandeja, porque los gobernantes de turno,
gobiernan para ellos. Es su ocupación preferente. Pensar para los demás es una
tarea que no se aprenden. Y el pueblo, cansado ya de demasiados avatares
dantescos de los políticos, acabará por explotar. Es imposible resistir lo que
no se puede, y además lo que no se debe. MANOS A LA OBRA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario