jueves, 17 de septiembre de 2015

PRIMERO LA DIGNIDAD

El último pleno ha dejado cicatrices difíciles de curar y el tiempo nos dirá si es mejorable la ineptitud o, por el contrario, hay brotes de progreso. La situación no invita al optimismo y me hace pensar que este vía crucis, que sufrirán algunos políticos, estará blindado hasta el final de la legislatura o, lo que es lo mismo, garantizada la estabilidad de lo inestable. Queda tirar de dignidad y no someterse al sonrojo permanente pero me temo que la vil materia no entiende de dignidades y si de vanidades.    

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