sábado, 12 de marzo de 2016

PERDÓN

El tiempo pasa y la mujer postergada.
Es clamorosa la injusticia.
La indolencia ante la desigualdad, indigna.
El menoscabo del vejatorio trato, subleva.
La mirada distraída de hechos constatados,  irrita.
Y permanecer impasibles, no tiene perdón.
Perdón habrá que pedir por el ingenio de una sociedad machista artífice de diferencias que avergüenzan.
La mujer merece el respeto y la consideración que, lastrada en el tiempo, nunca tuvo.
Hay que rendirse ante la evidencia, someterse al mea culpa y aislarse de cánones que destruyen la moral.

PERDÓN.  

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