El maremágnum de la vida
política nacional sigue su curso y, como es habitual, con distintos discursos
de la élite de vividores de alto standing.
Entre la abstención, el no y la alternativa, pasa el tiempo sin que se
atisbe ninguna solución a un panorama político desolador. En el PSOE, cualquier
determinación será el talón de Aquiles durante mucho tiempo, y entre morir de
rodillas o de pie la elección es la segunda, y terceras elecciones. Si
habláramos de grandes estadistas, un Gobierno de concertación sería para el
país encontrar la luz en la oscuridad, pero con tanto depredador en el desierto
del talento y la responsabilidad se
antoja más que difícil, imposible.
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