martes, 18 de octubre de 2016

POCO SERIO

Cuando alguien promueve un rumor sin fundamento está en las antípodas de formas que definen lo ético. Si lo preceptivo es lapidar con la palabra a sabiendas del daño que puede causar, líbranos Señor de viperinas afiladas capaces de enarbolar la egolatría de la mentira.  

2 comentarios:

  1. ¿A que rumor se refiere?

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  2. ¡Que dura es la vida de un político! Que duro ha tenido que ser para Pedro Sánchez verse en la calle ahora, cuando él se veía en la Moncloa.

    Comenzó a circular en enero de 1973 que el presidente francés, Georges Pompidou, sufría una grave dolencia. Tanto en los ambientes políticos del partido gobernante como en los de la oposición, la noticia se difundió con gran rapidez a pesar de no haber recibido confirmación oficial. No era para menos, puesto que de ser cierta anticipaba que los siete años de gobierno presidencial no llegarían a su término. Desgraciadamente para el presidente, así sucedió en efecto: un año después del nacimiento del rumor Pompidou fallecía a causa de una terrible enfermedad.

    La definición de rumor formulada por Peterson y Gist es bastante representativa; según ellos, el rumor consiste en una explicación que no ha sido verificada, que circula de boca en boca y que se refiere a un objeto, un acontecimiento o un asunto de interés público.

    Y uno, el que está enfrente, lo toma como rumor porque entiende que hay un fundamento claro de darle la categoría de rumor. Hay tantos rumores...

    El que quiere dedicarse a la política, debe poner en práctica la famosa frase del Divino Cayo Julio César, y que nos traslada Plutarco, haciendo referencia a que por la importancia que tenía en la sociedad romana la mujer del César, esta no solo debía de ser honrada sino parecerlo.



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