Me quedan vagos recuerdos
del afecto que profesaba a algunas personas del Partido Popular de Torrent
porque los años deterioran la vida de la memoria. Del partido en sí, se que
subsiste a los envites de desavenencias internas y venenos que no matan. Sigue
sin gustarme un partido que todavía mantiene en sus formas reminiscencias del
pasado reñidas con la democracia y a partir de aquí me sobran reuniones,
palabras, conferencias y abanderados del partido incapaces de superar el
pasado. En el ocaso.
En el ocaso están pero desde tiempos inmemorables. Dan pasos taquicárdicos muy propensos al infarto. Tercermundistas.
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