El trayecto de la vida tiene
secuencias que inducen a la reflexión y en ese momento mágico donde sopla el
suave céfiro, hallas el diario de la vida, páginas en blanco y negro, las
esporas del pasaje por ella, los acordes del silencio y el pensamiento haciendo
inventario para no detenerse. Y en ese camino con el paso lento, la brisa del
viento nos sumerge en la sublime poesía para encontrar en ella lo que el tiempo
no borra. “Me gusta el viento. No sé por
qué, pero cuando camino contra el viento, parece que me borra las cosas. Quiero
decir: cosas que no quiero borrar” MARIO BENEDETTI.
Maestro, hace días que no te leía. Craso error, aunque lo solvento ahora.
ResponderEliminarHe empezado con tu post, Vivimos en el ayer y como siempre tienes más razón que un Santo y, aunque en el Vaticano no te vayan a atribuir milagro alguno, en este momento, yo te lo atribuyo
Te atribuyo el milagro, de la paciencia, de la constancia, de la entereza, de la esperanza y todo ello aderezado con el don de la sabiduría y la generosidad
Paciencia y constancia, porque pese a lo que te rodea no cejas en tu empeño de impartir con maestría todo aquello que ha hecho mella en tu vida y nos lo regalas diariamente, para que reflexionando sobre todo ello, no volvamos a cometer los errores que constante e infinitamente nos vuelven a herir.
Entereza, porque no cambias, porque te mantienes, porque no pasas del amor al odio, pese a todo, sino que te mantienes en el primero y amándonos, sigues diariamente intentando que salgamos de la oscuridad que nos rodea
Esperanza porque esperas. Esperas siempre con ilusión, ver reflejado en la vida, aquello que quieres librar de la muerte diaria y pese a que los rayos de sol son cada vez más caros de ver, cuando ves la luz de alguno, eres capaz de ilusionarte como si fuera el primero.
Sabiduría, porque quien no sepa ver todo lo que sabes y todo lo que enseñas, está inundado de la soberbia del ignorante
Y finalmente generosidad, porque nada quieres de los otros, más que la reflexión, la aplicación del sentido común, la evolución del pensamiento y la destrucción del egoísmo.
Esto es un ínfimo homenaje, para quien considero merecedor del más grande
Pequeños quedamos a tu alrededor, cuando no vemos lo grande que te pretendes hacernos.
Acostumbrado a jugar todos los días con las letras después de leer tu comentario me quedo sin ellas. Gracias por tu generosidad y de buena mañana has conseguido emocionarme.
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