miércoles, 24 de agosto de 2011

23 DE AGOSTO

Espléndido día de sol para disfrutar en la playa de calores que derriten. La brisa hace más llevadera la estancia y hace posible amotinar el tiempo en la caliente arena. A estas alturas del mes va remitiendo la llegada masiva de amantes del baño y de esconder la seda blanca de la piel,para que la mirada ajena viva el elixir de la tentación. Ojos ávidos de la belleza que forma parte del estío.

Yo, sentado en la terraza del restaurante Mediterráneo, voy degustando una fría cerveza que me sirve la amable y guapa camarera Macarena. Mientras tanto, los devoradores del sol siguen impenitentes abocados a la exhibición de cuerpos que, mojados por las aguas templadas, necesitan gotas de esencia que adormecen los estertores del gemido. Invita la situación a mantener estas temperaturas placenteras que generan la sostenibilidad de ambientes cálidos y eternos que se diluyen y mueren de vida.

2 comentarios:

  1. Evencio: Estás fecundo y profundo. ¡Que barbaridad!

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  2. De esa vida quisiera yo morir Evencio, pero también da gusto leerte porque en definitiva es otra forma de vivir.

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