Tengo una amiga, compañera de la soledad, de lectura, de meditación que el tiempo preciado lo invierte en ese vendaval del silencio. Momentos en que la vida vive en el umbral de la trascendencia, que rompe barreras sin hacer ruidos. Majestuosos momentos, diría yo, que hacen del éxtasis la metástasis de la plenitud.
En ese mundo exento de miradas curiosas, no es ajeno al comentario de la imaginación, cuyo vuelo sin alas transporta al lector el vicio oculto de lo no viciado.
Tengo una amiga, que no a destiempo, que hace del tiempo que no transcurra sin servir y ser servido. Con admiración.
Dicha sea la verdad, Evencio está de una lucidez que naravilla. Es una virtud y un lujo decir tanto en tan poco.
ResponderEliminarAdmirable.
ResponderEliminarLa poca cantidad desborda la calidad.
ResponderEliminarPrecioso. No se puede definir a Amparo de una manera tan profunda y a la vez, tan sencilla, como ella misma es, admirable y a la vez tan humilde, y que como bien dices Evencio, hace del tiempo que no transcurra sin servir y ser servido. Comparto tu admiración y te doy las gracias por escribir estas maravillosas palabras de mi querida amiga y maestra, llena de sabiduría y bondad, valores éstos que no abundan en una sociedad hipócrita como la que vivimos. Gracias.
ResponderEliminarMe encanta !!!desde luego, reconozco sin ninguna duda a mi madre en estas palabras. Estoy muy orgullosa de que tenga amigos tan maravillosos como tu!!
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