LA ESPAÑA DE LOS SASTRES

Hay que seguir recortando, al final nos conocerán en el extranjero, por la España de los sastres. Y de los desastres. Ahora triunfaría aquel famoso periódico de sucesos, EL CASO. Porque estar en el ocaso, es servir la fórmula para reverdecer el citado semanal. Mientras tanto, es cuestión de esperar y no desesperar, para ver si alguien encuentra el método para salir de profundidades que ahogan. Demasiado recorte, cuando no queda tela. Lo que si queda es cada día más desconfianza, de los que la venden. En ese mercado, no se puede comprar. Pero todavía nos queda la piel, que el día llegará y no tardará, que nos la quitarán. Es cuestión de tiempo. De poco.