El
balance del año que está a punto de finiquitar, no es precisamente halagüeño. Si
el año pasado se hablaba de recortes, despilfarro, corrupción y paro, este es
un suma y sigue de anteriores despropósitos. Asentado el fraude en la vida
política, y con visos de hipoteca, nada hace pensar que las cosas van a ser
mejores, por mucho que traten de vender el progreso. Es impensable que con el
mismo Gobierno se abran vías de esperanza, y lo único que cabe es que no
cambien los defectos y los afectos disminuyan. Yo creo que este Gobierno vive
en la apoteosis del triunfo del fracaso, olimpiadas aparte, y para colmo la
doctrina Parot homenajea a los asesinos, y profana la dignidad de los muertos y
víctimas. Y el pueblo anestesiado, vivir para ver. Murió Canal-9, otro alarde
de incompetencia y despilfarro de gobiernos de derechas (Zaplana y Camps, por
ejemplo, entre otros). Como decía, sigue el “ere que ere”, la unión general de
estafadores, y demasiado impoluto lleno de manchas. Y MANDELA eterno.
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