A lo largo del tiempo que
conozco al actual líder de UPyD, he podido observar su impaciencia difícil de controlar.
Demasiado impulsivo y un afán desmedido a la hora de hacer valoraciones que
merecen más calma. Comerse el mundo es asegurarse una digestión pesada, y el
Omeprazol no es la mejor solución. Hay
que optar por la moderación y adecuar
formas y forma. Los deberes no son difíciles.
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