El Gobierno de Torrent
desafía el común de los sentidos. En un alarde de incoherencia presenta unos presupuestos generales para el
año próximo en el que los gastos de las fiestas, carecen de la austeridad que las
circunstancias exigen. Los mismos que el presente año, y naturalmente subleva
la falta de rigor y honestidad que se le supone a un Gobierno serio. Y si
analizas el presupuesto con detenimiento te da un pasmo. Oscuras maniobras de
los transparentes que invitan al
desalojo de la CASA DEL PUEBLO, en las próximas elecciones Municipales. Es una cuestión de simple coherencia, de recuperar valores y ética, y de respeto al pueblo
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