El sentimiento es algo
inherente a la fragilidad del alma, el
don preciado que atesora mi
entrañable amigo Miqui. Y en la piel tersa de este folio blanco, afecto y
admiración quedan fundidos en el crisol de la emotividad. Para que en este
mundo lacónico, quede lo sucinto de momentos eternos. Y viajen las lágrimas por
la cuesta abajo para encontrar la altura de tu humildad. Lo que hace grande a las
personas. Y en el recuerdo, TÁMARA. FELIZ 2014
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