En el último post del año se
impone el recuerdo de los dependientes,
parados, desahuciados, y el moribundo
que llama a la puerta del Banco de Alimentos, para no morir y no vivir. Sin olvidar a los preferentistas del expolio
de sus ahorros, cuya modalidad de estos
Bancos se dedica al robo como nueva fórmula que patentan gobiernos sin un ápice
de vergüenza. Y aquí no cabe el desahucio de la razón. A ellos les dedico estas letras en este final
de año apocalíptico, con el ferviente deseo de que el 2014, los dependientes
tengan sus prestaciones, los parados trabajo, los Bancos de Alimentos que no
existan, y los Bancos devuelvan a sus clientes lo que no es suyo. Y que el
nuevo año sea generoso para todos
aquellos que han sufrido las inclemencias de este Gobierno.
Sr. Evencio: FELIZ AÑO NUEVO.
ResponderEliminaranonimus
Igualmente amigo.
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