Acechan las fiestas de Navidad, el maltrato de las pensiones, y la subida
de la luz para quedarnos a oscuras. La sensación es que todo brilla, pero la
realidad es el mundo opaco en el que vivimos. Los fastos de estas fiestas de
Ayuntamientos, son escandalosos. Ver a la Alcaldesa de Madrid con tanto
alumbramiento y escasa de luces, provoca una indignación que ampara el sentido
común. El que por lo visto ella no tiene. Y es que esta derecha vacía, está
llena de parafernalia y pompa que es el habitad de lo que no desahucia.
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