Amparo Folgado debe hacer una remodelación en su gabinete
que certifique su autoridad, archive
otoños y nos permita ver la primavera. Un
gabinete dispuesto a trabajar para el pueblo (para eso son elegidos) y
no para el partido. Lo arcaico ya no tiene validez, impera la creatividad, aislarse de la arrogancia,
y tocar con la mano la ropa usada del ciudadano para estrenar nuevos
comportamientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario