Considerar que se deben
hacer diez cambios en el PP de Torrent para afrontar las nuevas elecciones
Municipales entra dentro de la más pura normalidad. Lo que no es normal es permanecer impasibles sin hacer cambios
necesarios. Si los cuatro restantes no son cuestionables, (aunque nadie es imprescindible) el
problema exige solución. Los cambios son
de obligado cumplimiento y requieren “savia nueva”, independientemente de que
los cargos no son perpetuos. Hay que poner stop a ocho años en la vida
política y adecuarse a la vida
democrática. Lo dice el sentido común.
No lo venden en el Corte Inglés.
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