JESÚS
DEL CONSUELO es un bálsamo para sus apóstoles. Ven
en él al salvador, más que de extraños de propios. Es un relajante de
angustias, ansiedades y posiblemente la liberación de algunos de ellos de
penurias. Obras de gran calado moral y material donde solo cabe la gratitud de
los agraciad@s. ¡Falta hacía!
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