martes, 27 de enero de 2015

CASA DE LUCIÉRNAGAS



Esta mañana me ha regalado un amigo el libro del título que ilustra el post. Una antología de poetas hispanoamericanas de hoy. POESÍA. Y como de agradecidos es ser bien nacido, que haya constancia de mi gratitud a Salvador. Siempre el libro es el alimento que sacia agonías del alma insatisfecha, que diría Federico García Lorca. Y en el recuerdo Fedor Dostoyevsky, padre de  la revolución rusa, que estando prisionero en la Siberia, alejado del mundo, pedía socorro en carta a su familia y decía: “¡Enviadme libros, muchos libros para que mi alma no se muera!” Hoy la mía vive entre el júbilo y el agradecimiento.

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