Mi amigo, Andrés Sánchez
Hernández, es un enamorado de ilustres plumas como la de Pío Moa, Miguel
Delibes, Miguel Hernández, Antonio Machado, Federico Lorca y otras delicias del
tintero de otras épocas. Exquisito en los gustos, navega mar adentro de esos
mundos que son la reserva espiritual de la literatura para sentir, entre la
prosa y la poesía, el género que llega al alma de herencias que dignifican a
los citados autores. Andrés, que forma parte de la reserva de la amistad, es un
bien que no hace falta ni escritura ni notario para disfrutar de él. Grande del
afecto me doblega la nostalgia de otros tiempos cuando tuve la suerte de
encontrármelo en Cartagena haciendo la mili y prevalece en el tiempo, la suerte
de vivir para contarlo. Un abrazo.
Dame prosa y poesía Evencio que son géneros que nunca mueren y evitame el castigo de la política que mata.
ResponderEliminarAunque debo reconocerte que tu dominio de las letras es excelente.