Somos un país de folklore, carajillo y siesta.
Un país de picaresca, y poco dado al esfuerzo. Un país en términos generales
bananero, proclive a la fantasía y vegetariano en educación. Un país virgen de
principios, para mostrar al mundo, fines sin rigor y honestidad. No somos
referencia de seriedad, pero cultivamos la afinidad circense. Y nos representa,
una Monarquía, anárquica, y contrapuesta con la ética y moral. Y un
Gobierno de derechas, que colma la España del estrépito
No hay comentarios:
Publicar un comentario