Me cuenta una persona de derechas próxima a la
Alcaldesa, la evolución en el tiempo de Andrés Campos. “Ha mejorado mucho”, me dice, y yo me alegro de que así sea. Pero parece ser que su mejora no
es suficiente para que sus enconados compañeros traten de levantarlo del
sillón. Y aunque decía en un post anterior que no hay ilusión en el partido,
también quiero significar la falta de independencia de los enconados, de
aptitudes democráticas y de criterio y opinión libre. Pobre es el bagaje de quienes
tratan de hacer una rebelión, EN SILENCIO. Con esos mimbres no se puede hacer
el cesto.
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