Los cambios en la vida
política son necesarios porque habilitan la vida de los partidos, cuando se
acumulan años ejerciendo en la vida pública son ineludibles porque hace mella
el agotamiento, se instala la dejadez y prescriben las ideas. En el
caso del PP de Torrent son inexcusables. Hay algarabía de feria en sus
afiliados, voces que reclaman cordura y personas de hoy para llegar al mañana.
Cambios que regeneren ese estado de embriaguez estática y, aunque no catatónica,
si alarmante. No hay energía y arrestos y voluntad adormecidos.
Viendo las fotos de la exposición de la Setmana Cultural de l´Escola d´Adults de Torrent en la página web del Ayuntamiento de Torrent no he visto a ningún concejal del PP, vaya falta de respeto a los alumnos y a los profesores estos incompetentes no sacan ni medio concejal en las próximas elecciones.
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