José Antonio Castillejo
forma parte de una clase de políticos que gozan de un sosiego y una serenidad que en la vida política
actual es un lujo. Es su credencial, además de otras aptitudes que le hacen
estar por derecho propio ocupando puestos de responsabilidad en la vida
política. La confianza otorgada al amante de la calma no lleva consigo número
adjunto. De ahí que asuma las delegaciones de Seguridad Ciudadana y
Espacios públicos, Protección civil y Área de personal y, me consta, que asume su trabajo con
compromiso y no ajeno a la seriedad y rigor ya clásico en él. Enhorabuena.
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