La trama Púnica deja al PP
desnudo de vergüenzas y en las próximas elecciones generales desnudo de poder. Les
falta sabiduría para gobernar, les sobra las malas artes de la mangancia y con
la moralidad y la decencia por los suelos esta derecha debe fijar su residencia
en CARRABANCHEL. Estos son los que ofrecían “confianza”. Por razones obvias no
se puede votar a una derecha que traiciona a los votantes, que en este contexto
roba como uno de sus principios fundamentales y que golpea a las clases obreras
sin piedad. Acicalados de traje y corbata a estos remilgados que tampoco les falte
barrotes de acero. Nunca el pueblo mereció el escarnio de gobernantes
aforados de desvergüenza.
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