Ser cautivo de la sumisión
degrada, envejece el espíritu y forja la
nada de alguien. En
el mundo de la política hay caminantes que recorren ese camino sin necesidad de
andar. No son brillantes pero resplandecen en la oscuridad. Habituarse a ese
mundo no encierra ninguna dificultad para quienes ejercen todos los días el
arduo trabajo de erigirse en siervos del Señor. Llegados hasta aquí ¿tiene
sentido perder la dignidad por ir debajo del palio?
Habría que preguntárselo a Castillejo y Paco que son dos que no se mojan cuando llueve. Estos son especialistas en esas artes tan curiosas que disminuyen el crédito de las personas. Y además son perseverantes en el tiempo. Quizá porque sean de otro tiempo.
ResponderEliminarPor lo visto la dignidad es el pan nuestro de cada día y salir en alguna foto -porque el fotografiado entiende que da prestigio-. No le hacen Sr. Evencio ningún favor al partido porque entienden que ellos son más importantes. Al día de hoy de escasa relevancia.
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