No hay energía en la vida
política del pueblo y la referencia es el hastío y nada más. Confiar en estos
políticos es temerario porque se ve y se nota un interés desmedido en sestear y
la abulia que seguramente produce el calor. Despilfarran la confianza porque
carecen de inteligencia. Aunque soy consciente de que al olmo no se le pueden
pedir peras.
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