jueves, 31 de octubre de 2019

CUANTO TRABAJO PARA NO TRABAJAR


Decía el padre de una excelente amiga refiriéndose a los que buscan el sillón por el medio del oportunismo, de la obediencia debida, del criterio sin él y la sumisión sin paliativos: “cuanto trabajo para no trabajar”. En este mundo tan versátil de voraces del bienestar, les importa poco poner el cuello en la guillotina de las letras. No hay vergüenza, ni ética ni dignidad.

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